Si no tenemos la gran suerte de disponer de una bodega en el sótano de casa (como la mayoría de nosotros) deberemos guardar los vinos en un lugar oscuro, seco y fresco, con pocas variaciones de temperatura y que no tenga vibraciones ni ruidos que puedan afectar al vino. Siempre en posición vertical para mantener el corcho húmedo. Otra maravillosa manera de conservar el vino es en una cava de vino eléctrica, que tan de moda se han puesto. Esta cava nos permite mantener el vino a una temperatura constante y controlada que alargara su guarda. Debemos tener en cuenta que si no contamos con este tipo de dispositivos deberemos consumir el vino en menos de 12 meses para evitar que pierda algunas de sus propiedades.